Andrés Francisco Mateu (1974 – 2019)

Licenciado en Humanidades por la UJI.

Miembro del Club Ávalon desde sus primeros años. Infatigable master del Warhammer, Cthulhu, Artesia y otros mundos.

Querido amigo y compañero.

Deja un mensaje o comparte un recuerdo…

Compartir un recuerdo:

 
 
 
 
 
Los campos marcados con * son obligatorios.
Su email no será compartido.
2 entries.
Rafael Pérez Peris Gunsor Roxes wrote on 4 de noviembre de 2022 at 10:12
Fuiste un amigo bueno y fiel, siempre centrado en todo, jamas estridente. Uno de los jugadores con quien siempre mentalmente contaba cuando quería dirigir algo. Tú le aportabas mucha calidad a las partidas, la calidad humana que supone una radical diferencia.

Mi anécdota nos ve corriendo por unos antiguos túneles Enanos en las montañas Grises del viejo Imperio. Perseguidos por cientos de skavens nos sabias como hacernos salir de aquello. Supongo que ya estabas harto de la partida, así que hubo un derrumbe. Morimos todos.

Te echamos de menos amigo.
Stephen Alzis Carlos Martí wrote on 2 de noviembre de 2022 at 14:52
Conocí a Andrés en el instituto, cuando éramos unos críos, yo empezaba a jugar a eso del rol, pero él ya tenía el culo pelado de jugar y era master del Warhammer, con un libro de la primera edición que nunca se me olvidará. No entraré mucho en lo personal, sólo que era una gran persona y un mejor amigo, que siempre estaba ahí cuando te hacía falta algo.

Todos los que por aquí pululamos tendremos anécdotas de partidas con él, así que yo voy a contar una de las muchas que podría. No sé si recordareis como mataron a vuestro primer personaje. En fin, supongo que, luchando contra algún dragón terrible, o víctima de un mago o sectario malvado, quien sabe. Pues no es mi caso. El mío murió víctima de una pifia en conducir carro, que le vamos a hacer. Andrés llevaba esa partida, y cuando Andrés tiraba los dados, no era para hacer ruido, así que ni corto ni perezoso, me dijo que mi personaje (eso sí, tras sacar unas tiradas terribles) era aplastado por el carro que el mismo conducía intentando atravesar un difícil camino. Siempre le protesté, y le pinchaba con que había sido cruel con eso, que menuda forma de morir para un héroe, pero en fin, ahora me rio de ello.

Lo echo mucho de menos.